Como cultura y sociedad somos «analfabetos emocionales». No nos enseñan a gestionar nuestros dolores. Los índices de depresión, suicidios, adicciones y enfermedades mentales incrementan año tras año. Creemos que los dolores se sanan solos, o con el tiempo o que son cuestión de fortaleza o valentía: cuando el dolor es simplemente parte de nuestra humanidad.
Además de lo anterior, la pandemia por el Covid-19 y las medidas de distanciamiento físico están golpeando de forma dramática la salud mental de las personas. Además del impacto generado por la pérdida de seres queridos, y de nuestra salud, estamos viviendo duelos paralelos en otras áreas de nuestra vida como la económica (pérdida de trabajo y/o ingresos) y la social (conexiones, movilidad, pertenencia, condiciones de vida en general).
Sanar el dolor emocional, aunque más difícil por lo que no lo vemos, es igual de importante a sanar el dolor físico. Así como cuando nos cortamos, pegamos o fracturamos, buscamos ayuda, limpiamos la herida y la cuidamos, deberíamos hacer lo mismo cuando tenemos un dolor emocional.
¿Cómo se puede hacer? Buscando ayuda y orientación, escribiendo, permitiéndonos liberar las emociones de manera consciente y sana, limpiando falsas creencias y conectando con nuestro interior.
Los dolores del alma y del corazón son reales, y no desaparecen sólo por pretender que no pasó nada. El tiempo tampoco los va a curar, por mucho les dará perspectiva y los camuflará.
Hay que sanar la herida emocional para que no se acumule y para que encuentre formas sanas de salir. Si no lo hacemos conscientemente, el dolor emocional buscará formas de manifestarse, y por lo general lo hará de maneras muy nocivas y dañinas para nosotros mismos y para quienes nos rodean.
Sí, es posible sanar solos, pero se hace más llevadero y transformador hacerlo acompañados y orientados. ¿Cómo aporta mi oferta a esta problemática? Ofreciendo acompañamiento y guía a quienes tengan la intención de sanar sus dolores emocionales, mediante herramientas, productos y servicios en diferentes formatos, que los apoyan de manera práctica, en su dia a dia para que lleven a cabo sus procesos de transformación.
Si tienes la intención de sanar un dolor contáctame. Para mí será un honor acompañar tu proceso.