BLOG
¿Qué hacer si evidenciamos que alguien está atravesando un dolor emocional?
Sanar un duelo es un proceso agotador. Requiere decisión, dedicación y, sí, también tiempo. Pero, muchas veces, las expectativas poco realistas pueden obstaculizar nuestro proceso de sanación.
Algunas personas esperan sanar demasiado rápido, otras creen que nunca lo lograrán. Ambas formas de pensar pueden afectar nuestra confianza y autoestima. Y aquí es donde nos preguntamos: ¿será que realmente puedo sanar?, ¿y si nada funciona?
Esta semana, una persona me llamó para preguntarme sobre mi taller y me dijo: Nada de lo que he hecho me ha servido. Y la entiendo. Pero muchas veces, el problema no es lo que hacemos, sino lo que esperamos de ello.
Si te sientes estancado en tu duelo, te invito a reflexionar sobre estas preguntas:
- ¿Qué creo que significa sanar o avanzar en mi duelo?
- ¿Pienso que el duelo tiene fechas específicas para resolverse?
- ¿Creo que el objetivo es no volver a sentirme triste o mal?
- ¿Quiero que mi vida vuelva a ser exactamente como antes?
- ¿Me digo a mí mismo/a que ya debería estar bien o, por el contrario, que no debería retomar nada todavía?
Este tipo de expectativas pueden estar obstaculizando nuestra sanación. Porque no hay un solo camino para sanar el duelo y porque la verdad, después de vivirlo nada en nuestra vida debería ser igual, ni nos volvemos inmunes al dolor.
La clave es aceptar, incorporar y sanar. Esas son expectativas más acertadas
Por eso, mi invitación es a que hagamos duelos conscientes, con expectativas adecuadas y a nuestra manera y en nuestro ritmo, pero que lo hagamos de manera consciente. No podemos controlar lo que pasó ni el tiempo que tomará sanar. Pero sí podemos ayudarnos en el proceso. ¿Cómo?
- Decidiendo sanar, aunque vaya a doler
- Probando herramientas hasta encontrar las que nos ayuden.
- Dándole un lugar al duelo, sin ignorarlo ni apresurarlo.
- Buscando ayuda, porque no tenemos que hacerlo solos.
Sanar un duelo es uno de los trabajos más difíciles que enfrentamos en la vida. Pero si lo hacemos rodeados de personas compasivas y amorosas, el camino se vuelve más ligero.
Si estás buscando sanar, contáctame. Será un honor acompañarte a gestionar mejor tus expectativas en este proceso. Recuerda: un día a la vez, a tu propio ritmo.