La temporada de fin de año suele asociarse con alegría, reuniones familiares y celebraciones. Pero si estamos en duelo, o si es la primera navidad o año nuevo tras vivir una pérdida emocional , la felicidad a nuestro alrededor puede sentirse como un contraste y hasta una ofensa por la tristeza que llevamos dentro.
El énfasis de la temporada en las reuniones familiares y las tradiciones puede hacer que las ausencias sean aún más notorias, con recordatorios en cada canción, adorno o silla vacía.
Entonces, ¿cómo podemos navegar por esta época tan emocional, cuando parece que el mundo siguió adelante como si nada mientras nuestro corazón sigue anclado en el duelo?
Aunque el viaje de cada persona en duelo es único, les comparto algunas estrategias que pueden ayudar a atravesar esta época.
1. Liberarse de la presión de «mantener» las tradiciones
Uno de los primeros obstáculos al afrontar un duelo en fin de año es la presión de seguir con las tradiciones. Si decorar, asistir a cada reunión o incluso celebrar no se siente bien, no TOCA! podemos hacer las cosas de manera diferente este año.
Podemos darnos permiso para alejarnos de ciertas tradiciones o incluso crear unas nuevas que se sientan más manejables. Por ejemplo, si no nos sentimos capaces ni nos dan ganas de tener una gran cena familiar, podemos considerar una reunión más pequeña o una noche tranquila en casa. A veces, cambiar el entorno puede aliviar la presión de enfrentar recuerdos dolorosos. Mi recomendación, aunque cada quien es libre de hacer lo que le parezca: no tratar de hacer como si nada… para mi ha funcionado mas hacer ajustes que negar las fechas.
2. Honrar la memoria de quienes ya no están con nosotros de maneras significativas
Para muchos, el acto de honrar la memoria de un ser querido puede traer consuelo en estos momentos difíciles. Podemos encender una vela, hacer un altar o compartir historias que mantengan viva su presencia de una manera amorosa.
Hay quienes encuentran consuelo haciendo donaciones o voluntariado en honor de quienes ya no están. a una organización benéfica o en el voluntariado en su honor. Este tipo de actos puede tender un puente entre el duelo y la celebración.
3. Establecer límites y comunicar nuestras necesidades
El duelo no sigue un cronograma definido y es posible que tengamos días en los que el dolor se sienta tan real e intenso como el primer día. Por eso es fundamental darnos permiso para establecer límites con familiares y amigos, especialmente en lo que respecta a eventos festivos u obligaciones sociales.
Podemos hacerles saber que en esta ocasión nuestros planes van a ser flexibles y que está bien irnos de algún lugar si nos sentimos abrumados. Recordemos que es totalmente válido priorizar nuestro autocuidado y tomarnos cada día como venga.
4. Buscar apoyo
El duelo puede ser una experiencia aislante, especialmente en una temporada enfocada en la unión. Por eso es muy importante tener una red de apoyo que pueda ofrecernos una escucha comprensiva y un sentido de compañía.
Muchas veces, simplemente compartir nuestros sentimientos o miedos puede aligerar el peso de la soledad. Consideren buscar apoyo profesional, especialmente si están luchando con sentimientos prolongados de desesperanza, depresión o ansiedad.
5. Darle espacio a las emociones contradictorias
Es normal sentir un amplio espectro emocional durante las fiestas: duelo, añoranza, nostalgia, tristeza, soledad, amor, y si también incluso momentos de alegría y paz. El duelo y la celebración no tienen que ser excluyentes entre sí, y está bien experimentar ambos.
Los momentos de risa o felicidad no disminuyen el amor que sentimos por quienes ya no están con nosotros. Ayuda mucho permitirnos sentir lo que surja sin juzgar.
6. Aprovechar esta época como una oportunidad de reflexión
Yo desde que Elisa murió uso esta época como un momento de reflexión tranquila sobre la vida y todos los aprendizajes que esta experiencia me dejó.
Este tiempo puede convertirse en una oportunidad para honrar nuestro propio camino y el crecimiento que surge a través del duelo.
Podemos hacerlo escribiendo, haciendo rituales o simplemente sentándonos en soledad a reflexionar y valorar lo que tenemos, ste tipo de introspección puede llenarnos de sentido y conexión y apoyarnos a atravesar esta época en medio de la tristeza.
Para cerrar: démonos gracias
Recordemos que no hay una forma «correcta» de vivir un duelo, y no hay una manera perfecta de enfrentar esta epoca después de una pérdida. El vacio que sentimos es un recordatorio de alguien que extrañamos profundamente, pero también es un testamento al amor que compartimos.
Al darnos el permiso de vivir nuestro duelo a nuestra manera, sin obligarnos pero tampoco evadiendo, podremos encontrar pequeños momentos de sanación en el camino. Ese es mi deseo para todos. Espero que tengan unas fiestas en armonía.